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lunes, 22 de junio de 2009

Votar por una sociedad más justa

Sergio Camporeale

Votar por una sociedad más justa

Por Juan Manuel Abal Medina *

En muchos momentos de la historia, en diferentes países, sectores progresistas, de izquierda y nacional-populares debieron elegir si acompañar los procesos de cambio en curso o apostar por opciones minoritarias, puristas, más expresivas que capaces de influir sobre los acontecimientos. La intelectualidad de izquierda norteamericana, por ejemplo, contribuyó a construir la coalición social de apoyo al New Deal de Franklin Roosevelt, aun sin compartir la totalidad de sus ideas o de sus alianzas, que incluían a los demócratas moderados del sur y a las “maquinarias” urbanas tradicionales. Pero en otros casos, como en el Chile de Salvador Allende, las diferencias al interior de estos sectores se agigantaron y terminaron por abrir las puertas al golpe de la derecha.

Salvando las indudables distancias con estos casos, hoy vivimos en la Argentina un escenario con similitudes a las mencionadas. Sobre todo en la Capital Federal, un grupo de votantes que valora la inclusión social (y que, por ende, podemos considerar de izquierda o nacional-populares) parece dispuesto a optar por las candidaturas de Pino Solanas o de Aníbal Ibarra. Esta es una decisión respetable, sin dudas. Pero la pregunta que debemos hacernos es qué contribución pueden hacer Solanas o Ibarra a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, a partir de un monobloque legislativo, basado en un total personalismo individual. Carlos Heller, en cambio, integra un proyecto nacional que, desde el año 2003, viene trabajando por construir esa sociedad equitativa, soportando las enormes presiones de los sectores concentrados de la economía. La única manera de superar estas presiones, que pugnan por volver a un Estado mínimo, es mediante un proyecto político sólido y con amplios respaldos; no con individualidades dispersas, presentes en un solo distrito.

Puede que estos votantes no compartan todas las acciones o las alianzas del gobierno nacional. Sin embargo, en las disputas de fondo por la redistribución del ingreso y del poder social, ¿qué gobierno ha hecho más que éste por construir un país más incluyente? ¿Qué gobierno ha sido tan firme ante los organismos internacionales, ante las empresas privatizadas, ante los factores tradicionales de poder? Recordemos, además, que en la pelea más dura en tal sentido (al proponer retenciones móviles a la exportación de soja) los sectores que se presentan como “puristas” eligieron una prescindencia que fue funcional a las patronales agropecuarias, o incluso en algunos casos optaron directamente por apoyarlas. Fueron el gobierno, sus legisladores y los representantes de los trabajadores quienes pusieron el cuerpo a la pelea por cobrar más impuestos a los sectores de mayores ingresos, soportando los costos que ello implicó. Por eso, cuando pasamos de los discursos a las prácticas, la opción auténticamente progresista, la que puede incidir realmente a favor de la redistribución de la riqueza y el poder social, es la que encabezan Carlos Heller, en Capital, y obviamente la de Néstor Kirchner, en provincia.

* Vicejefe de Gabinete.

Juntos por la autogestión



Tres mil cooperativas de trabajo de todo el país crearon una confederación para reclamar medidas por la autogestión. La nueva entidad representa a 30 mil trabajadores de ese sector.

Por Laura Vales

En la Argentina, las cooperativas de trabajo siempre fueron marginales dentro del cooperativismo. A partir de 2001, con la recuperación de fábricas, ese panorama comenzó a moverse; primero se sumaron a las empresas recuperadas las cooperativas que los movimientos sociales fueron creando en los barrios, luego y en un número mayor las cooperativas de construcción formadas por los planes de obras públicas del Gobierno. En este camino, en los últimos ocho años se formaron así unas cinco mil cooperativas de trabajo, de las que surgió como un nuevo actor la figura del trabajador autogestivo.

José Sancha y Fabio Resino reseñan el proceso en una oficina del Hotel Bauen, al explicar cuál es el sentido de la recién creada Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), la primera organización que reúne a cooperativas de trabajo de todo el país.

La CNCT se formó con unas tres mil cooperativas en las que trabajan aproximadamente 30 mil personas. La intención es conseguir la aprobación de leyes que los reconozcan con sus características propias (por ejemplo son trabajadores sin patrón pero que necesitan de protección social como cualquier otro trabajador) y conseguir medidas de gobierno que fortalezcan al sector.

En la asamblea fundacional de la CNCT, que se hizo en la ciudad de La Plata con delegados de todo el país, Sancha fue elegido su presidente. Hasta hace poco era un funcionario del kirchnerismo en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), lo que lo convierte en una de las personas que mejor pueden responder qué hizo el gobierno y que no por las cooperativas de trabajo.

Contesta Sancha: “Apoyo hubo, indudablemente. Nosotros entendemos que no es lo mismo cualquier gobierno, necesitamos gobiernos que apoyen, que distribuyan y que favorezcan la industrialización. Este gobierno dio grandes pasos tanto al crear las cooperativas para las obras públicas como en la ayuda que le dieron a las cooperativas a través del Inaes y del Ministerio de Trabajo; sin embargo, faltó una política integral para la economía social”.

Resino, del Hotel Bauen, completa el diagnóstico. “No tenemos todavía normativa legal. Nosotros, por ejemplo, tenemos que pagar monotributo para poder trabajar, no podemos acceder a tener ART ni obra social, ni jubilación.”

¿Por qué plantean que no hay normativa si existe una ley de cooperativismo? Sancha explica que la ley está hecha para el intercambio de bienes y servicios. “En la Argentina la mayoría de las cooperativas son de servicios. Para poner un ejemplo, en una cooperativa de energía eléctrica los socios son quienes reciben el servicio, son socios que tienen empleados. En el caso de las cooperativas de trabajo el socio es el trabajador. La ley de cooperativismo no reglamente las condiciones laborales; este es un bache que hay que llenar.”

Rubro por rubro

Un panorama del sector y sus integrantes debería incluir los siguientes puntos:

- Empresas recuperadas: La novedad es que como efecto de la crisis financiera global se generó una nueva oleada de recuperación de fábricas. Envases del Plata, Arrufat, Indugraf, Febatex, son algunas de ellas. “Es una tendencia, una nueva camada, pero la diferencia para ésta es que hoy el país no crece al 9 por ciento, por lo que los trabajadores tienen no sólo el problema legal de la recuperación, sino el de hacer funcionar la fábrica en un mercado más difícil. Si nosotros tuviésemos que recuperar ahora al Bauen y no hace seis años, ponerlo en marcha nos costaría mucho más.”

Las recuperadas tienen por otra parte un problema crónico: el Estado pagó muy pocas de las indemnizaciones a los antiguos dueños de las empresas, una medida imprescindible para la expropiación. Este es un dato que ilustra la falta de una política de Estado, ya que hombres del mismo partido que sanciona una ley de expropiación luego no la pagan, con lo que habilita a los antiguos dueños a iniciar demandas judiciales para que les devuelvan las máquinas y edificios expropiados.

- Cooperativas de la construcción: Creadas de 2003 en adelante para hacer obras públicas del Ministerio de Planificación (viviendas, tendidos de agua y de la red cloacal, entre otros) ahora reclaman que el Gobierno les dé prioridad para acceder a nuevos trabajos de obra pública. Sucede que les ponen muchos requisitos para presentarse a una licitación, con lo que las constructoras privadas quedan en ventaja. Y se da el caso de luego las privadas subcontraten para hacer la obra a una cooperativa. Otra situación que genera quejas es la falta de continuidad en el trabajo; según contaron los entrevistados, los últimos programas de Planificación armaron cooperativas nuevas y dejaron colgadas a las ya formadas.

- Cooperativas de trabajo tradicionales: Prácticamente todas producen para el mercado interno y están atadas a su suerte. Entre las afectadas por la crisis internacional están las autopartistas, las metalúrgicas y las dedicadas al turismo. Por su escaso poder de negociación, quedan afuera de los planes de asistencia oficiales que reciben las grandes empresas.

Frente a los candidatos

La campaña electoral llevó un poco de agua –o su promesa– al molino del sector. Hace una semana, luego de una visita de Cristina Fernández a una fábrica recuperada, Néstor Kirchner anticipó que el Frente para la Victoria estudiará la modificación a la ley de quiebras, un reclamo histórico de los trabajadores.

La ley actual ordena al juez que ante una quiebra haga el inventario de los bienes de la empresa y los subaste para pagar a los deudores; en este procedimiento las empresas se desguazan. El movimiento de recuperadas pide en cambio que ante una quiebra se dé prioridad a los empleados por sobre los acreedores, para que puedan comprar la fábrica con sus créditos laborales.

“La modificación sería muy favorable, porque muchas recuperadas estarían en condiciones de comprar su quiebra”, señala Resino, quien aclara que aún más importante es que se sancione una ley nacional de expropiación, ya que “en muchos casos los edificios y máquinas son demasiado caros para poder comprarlos con los créditos laborales”.

Para Resino, que el tema de la ley de quiebras haya sido instalado en la campaña por el kirchnerismo “es un reconocimiento que al mismo tiempo habla de la falta de una política de Estado, porque la modificación no fue tratada en los seis años que llevan gobernando con mayoría en el Congreso”. ¿Hubo otros candidatos que se ocuparan de las cooperativas? “Hay candidatos que nos apoyan en los hechos, como Carlos Heller y también Martín Sabbatella. El en Morón viene impulsando la economía social con un trabajo serio. Pino Solanas también nos ha apoyado siempre, como los candidatos de la CTA, que tienen la federación de trabajadores autogestivos ANTA. En el Acuerdo Cívico, Carrió tiene algunos dirigentes cooperativistas como Toty Flores, pero no son figuras predominantes ni la política de la Coalición Cívica apunta a desarrollar el cooperativismo, sino que por el contrario han dado su apoyo a los grandes empresarios, como se vio en la pelea por el campo. Queda el macrismo que, desde ya, no nos ha apoyado en absoluto. Es más, el programa de respaldo a las empresas recuperadas que empezó el gobierno de Aníbal Ibarra y continuó el de Jorge Telerman fue eliminado cuando asumió el macrismo.”

fuente: página 12

sábado, 20 de junio de 2009

IGUAL QUE CARRIO-DE NARVAEZ





«Golpes suaves»: acción secreta, espionaje Control del «Gran Medio Oriente»

La noticia de un posible fraude electoral se ha extendido por Teherán como un reguero de pólvora y ha sacado a la calle a los partidarios del ayatolá Rafsanjani contra los del ayatolá Jameini. Ese caos ha sido provocado bajo cuerda por la CIA, que siembra la confusión inundando a los iraníes de SMS contradictorios. Thierry Meyssan explica este experimento de guerra psicológica. En marzo de 2000, la secretaria de Estado Madeleine Albright reconoció que la administración Eisenhower organizó un cambio de régimen en Irán en 1953 y que ese acontecimiento histórico explica la actual hostilidad de los iraníes hacia Estados Unidos. La semana pasada, durante su discurso en El Cairo dirigido a los musulmanes, el presidente Obama reconoció oficialmente que «en plena Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente [1]. En aquella época, Irán estaba controlado por una monarquía de opereta dirigida por el sha Mohammad Reza Pahlavi. Éste había sido colocado en el trono por los británicos, quienes obligaron a su padre, el oficial cosaco pronazi Reza Pahlavi, a dimitir. Sin embargo, el sha debía avenirse con un Primer Ministro nacionalista, Mohammed Mossadegh. Este último, con el apoyo del ayatolá Abu al-Qassem Kachani, nacionalizó los recursos petroleros [2]. Furiosos, los británicos convencieron aEstados Unidos para que detuviera la deriva iraní antes de que el país se hundiera en el comunismo. Entonces, la CIA puso en marcha la «Operación Ajax», dirigida a derrocar a Mossadegh con la ayuda del sha y sustituirlo por el general nazi Fazlollah Zahedi, hasta entonces detenido por los británicos. Zahedi instauró el régimen de terror más cruel de la época, mientras el sha servía de tapadera a sus abusos posando para las revistas people occidentales. La Operación Ajax estuvo dirigida por el arqueólogo Donald Wilber, el historiador Kermit Rooselvet (nieto del presidente Theodore Roosvelt) y el general Norman Schwartzkopf senior (cuyo hijo homónimo estuvo al mando de la Operación Tormenta del Desierto). Dicha operación continúa siendo un prototipo de subversión. La CIA idea un escenario que da la impresión de un levantamiento popular mientras se trata de una operación secreta. El punto culminante del espectáculo fue una manifestación en Teherán, con 8.000 extras pagados por la Agencia, para proporcionar fotos convincentes a la prensa occidental [3] ¿La historia se repite? Washington ha renunciado a atacar militarmente a Irán y ha disuadido a Israel de tomar esa iniciativa. Para conseguir «cambiar el régimen», la administración Obama prefiere jugar la carta –menos peligrosa aunque más incierta- de la acción secreta. A raíz de la elección presidencial iraní, grandes manifestaciones oponen en las calles de Teherán a los partidarios del presidente Mahmud Ahmadinejad y su guía Ali Jameini por un lado y a los partidarios del candidato derrotado Mir Hossein Musavi y del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjami por el otro. Dichas manifestaciones reflejan una profunda división en la sociedad iraní entre un proletariado nacionalista y una burguesía que lamenta su marginación de la globalización económica [4]. Actuando bajo cuerda, Washington intenta influir en los acontecimientos para derrocar al presidente reelegido. Una vez más, Irán es un campo de ensayo de métodos innovadores de subversión. En 2009, la CÍA se apoya en una nueva arma: el control de los teléfonos móviles. Desde la generalización de los teléfonos móviles, los servicios secretos anglosajones han multiplicado sus capacidades de interceptación. Mientras que la escucha de los teléfonos fijos necesita instalación de cables de derivación, y por lo tanto agentes sobre el terreno, la escucha de los móviles se puede hacer a distancia gracias a la red Echelon. Sin embargo, ese sistema no permite interceptar las comunicaciones telefónicas vía Skype, de ahí el éxito de los teléfonos Skype en las zonas de conflicto [5]. Así, la National Security Agency (NSA) acaba de hacer propuestas a los proveedores de acceso a Internet de todo el mundo para obtener su colaboración. A los que han aceptado se les ha retribuido generosamente [6]. En los países que ocupan –Iraq, Afganistán y Pakistán-, los anglosajones interceptan todas las conversaciones telefónicas emitidas por móviles o conectadas con ellos. El objetivo no es conseguir transcripciones de tal o cual conversación, sino identificar las «redes sociales». En otras palabras, los teléfonos son los chivatos que permiten saber con quién se relaciona una persona determinada. A partir de ahí se puede conseguir la identificación de las redes de resistencia. Posteriormente, los teléfonos permiten localizar los objetivos identificados y «neutralizarlos». Por eso, en febrero de 2008, los insurgentes afganos ordenaron a los diversos operadores que detuviesen su actividad todos los días desde las 17:00 a las 03:00 h., para impedir que los anglosajones siguieran sus movimientos. Las antenas de quienes no cumplieron dicha orden se destruyeron [7]. Por el contrario (la central telefónica hormis resultó afectada por error), el ejército israelí se cuidó mucho de bombardear las antenas telefónicas en Gaza durante la operación Plomo Fundido en diciembre 2008-enero 2009. Aquí aparece un cambio total de estrategia por parte de los occidentales. Desde la guerra del Golfo prevalecía la «teoría de los cinco anillos» del coronel John A. Warden: el bombardeo de las infraestructuras telefónicas se consideraba un objetivo estratégico para sumir a la población en la confusión y al mismo tiempo cortar las comunicaciones entre los centros de mando y los combatientes. Ahora es al contrario, es necesario proteger las infraestructuras de las telecomunicaciones. Durante los bombardeos de Gaza, el operador Jawwal [8] dio crédito a sus abonados, oficialmente para ayudarlos, en realidad por interés de los israelíes. Un paso más allá, los servicios secretos anglosajones e israelíes han desarrollado métodos de guerra psicológica basados en la utilización extensiva de los móviles. En julio de 2008, tras el intercambio de prisioneros y cadáveres entre Israel y Hezbolá, los robots lanzaron decenas de miles de llamadas a los móviles libaneses. Una voz en árabe advertía contra cualquier participación en la resistencia y denigraba a Hezbolá. El ministro libanés de Telecomunicaciones, Jibran Bassil [9], presentó una denuncia ante la ONU contra esa flagrante violación de la soberanía del país [10]. En la misma línea, decenas de miles de libaneses y sirios recibieron una llamada automática, en octubre de 2008, que ofrecía 10 millones de dólares por cualquier información que permitiera localizar y liberar a los soldados israelíes prisioneros. Las personas interesadas en colaborar debían dirigirse a un número en el Reino Unido [11]. Este método se está empleando en Irán para intoxicar a la población con la difusión de noticias alarmistas y para canalizar el descontento que suscitan. En primer lugar, se difundió por SMS durante la noche del escrutinio la noticia de que el Consejo de los Guardianes de la Constitución (equivalente al Tribunal Constitucional) había informado a Mir Hossein Musavi de su victoria. Así, el anuncio, varias horas después, de los resultados oficiales –la reelección de Mahmud Ahmadinejad con el 65% de los votos-, apareció como un enorme fraude. Sin embargo, tres días antes, Musavi y sus amigos consideraban segura la victoria masiva de Ahmadinejad y se esforzaban en explicarla por los desequilibrios en la campaña electoral. Así, el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani detallaba sus quejas en una carta abierta. Los institutos de sondeos estadounidenses en Irán pronosticaban una ventaja de Ahmadinejad de 20 puntos con respecto a Musavi [12]. En ningún momento pareció posible la victoria de Musavi, incluso aunque es probable que el trucaje acentuase el margen entre ambos candidatos. Posteriormente, los ciudadanos seleccionados se dieron a conocer en Internet para conversar en Facebook o se abonaron a las líneas de información Twitter. Entonces recibieron, siempre por SMS, las informaciones –verdaderas o falsas- sobre la evolución de la crisis política y las manifestaciones en curso. Se trataba de mensajes anónimos que esparcían noticias de tiroteos y numerosos muertos; noticias que hasta la fecha no se han confirmado. Por una desafortunada coincidencia de calendario, la empresa Twitter debía suspender el servicio durante una noche, el tiempo necesario para el mantenimiento de sus instalaciones. Pero el departamento de Estado de Estados Unidos intervino para exigirle que suspendiera dicha operación [13]. Según el New York Times, esas operaciones contribuyeron a sembrar la desconfianza entre la población [14].
De red Voltaire

jueves, 18 de junio de 2009

MENENDEZ-AGUAD-MESTRE

De izquierda a derecha: Mestre, Jueza Garzón de Lazcano, Menéndez, Aguad (candidato UCR) y Molinari Romero (UCR)

El spot publicitario de Oscar Aguad y Ramón Mestre (h) termina con la frase "CON KIRCHNER, NI EN FOTO".
Sin embargo quienes hoy se jactan de no sacarse una foto con el ex presidente democrático NESTOR KIRCHNER, son los mismos que cuando gobernaban la provincia y la municipalidad de Córdoba recibían al asesino serial, hoy condenado por la justicia federal, Luciano Benjamín Menéndez, en todos los actos oficiales. El cuarto desde la izquierda, como ya habrás notado, detrás del asesino, es el propio Oscar Aguad, hoy primer candidato a diputado nacional por la UCR, durante un acto oficial.

¿Como nos explicará este señor que ...con menendez si y en fotos ??

sábado, 13 de junio de 2009

VISITA A LA COOPERATIVA DE TRABAJO "LOS CONSTITUYENTES", EN VILLA MARTELLI,



PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ

Muchas gracias compañeros y compañeras; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de Vicente López; señor presidente del Movimiento de Fábricas Recuperadas; trabajadores y trabajadoras: no tiene que agradecer en absoluto, señor presidente, la presencia mía aquí, al contrario, soy yo la que tiene que agradecer a ustedes la presencia activa, que tuvieron durante todos estos años defendiendo precisamente lo que constituye uno de los ejes, sino el principal, de nuestro Gobierno, que es precisamente trabajo y producción, las dos políticas que han constituido, sin lugar a dudas, lo distintivo de este proceso que se inició el 25 de mayo del año 2003. (APLAUSOS).

Aquí, en esta fábrica de Villa Martelli, recuperada por sus trabajadores, hoy produciendo 7 mil toneladas mensuales, de distintos tipos de caños, de chapas planas, con el doble de la dotación de trabajadores, que tenían cuando quebró. Ustedes, hombres y mujeres de distintas fábricas recuperadas con distintas actividades: curtiembres, como la de Hurlingham que el otro día quiero agradecer el cuero de vaca, que me regalaron, es muy hermoso y yo se que me lo regalaron para Calafate y ahí va a estar, en Calafate, un producto de fábrica recuperada. (APLAUSOS).

Como recién la gente que me hablaba de Corrientes, de la única fábrica de Gatic, que todavía está en pie, y que tiene más de 200 trabajadores uno podría hablar de números; de los más de cuatro millones de puestos que hemos generado en estos seis años, del crecimiento económico más importante del que se tenga memoria en toda nuestra historia como país; de esta política que hoy - frente a una crisis global - estamos desarrollando de distintas formas con participación de los trabajadores también, como el caso de la Papelera Massuh, en quilmes, donde fuimos allí también a recuperar una fuente de trabajo, que se estaba por cerrar y que no solamente significaba más de 600 argentinos sin trabajo, sino también mayor concentración del mercado en la actividad papelera, lo que finalmente luego impacta -como todos sabemos - en la competitividad, en los precios poniendo dinero en fábricas automotrices, que lo necesitan para seguir manteniendo el trabajo calificado y el nivel de exportación. También buscando compradores para fábricas que no se cierran, distintas formas de intervención y de presencia, pero con un solo objetivo: que no se pierda un solo puesto de trabajo y seguir manteniendo el nivel de producción. (APLAUSOS).

Yo quiero hoy decirle, señor presidente, que vamos a estudiar ese proyecto de modificación de la Ley de Quiebras, y vamos a impulsar todos los instrumentos que tiendan precisamente a la preservación y a la continuidad de la empresa porque esa - yo también soy abogada - y ese siempre ha sido el espíritu de todos aquellos que han desarrollado el tema de las quiebras y que es la continuidad de la empresa, que no solamente garantiza a los trabajadores la continuidad del trabajo, sino que también conviene al resto de la sociedad. Porque aquellos que son acreedores de la empresa necesitan que la empresa siga produciendo y siga teniendo, o comience a tener rentabilidad, para poder cobrar sus deudas; los trabajadores para poder cobrar su salario y entonces la rueda de la economía, que necesita de trabajadores y empresarios; de consumo e inversión produce la maravilla de crecer, a partir del esfuerzo de una sociedad y del grado de inversión que esa sociedad pone para mantener y hacer acrecentar aún la actividad económica.

Hoy podríamos seguir hablando muchas horas acerca de cifras, de la infraestructura que también generó millones de puestos de trabajo y que ayuda a toda la actividad económica; el señor Intendente de Vicente López y el señor Gobernador hablaban del plan de obras más importante del que se tenga memoria, en Vicente López. Y es cierto, podríamos hablar de las obras hídricas que se hicieron en el centro de nuestro país, en la región central, que permitieron recuperar más de 1 millón de hectáreas en todo lo que es la provincia de Córdoba, Santa Fe y norte de la provincia de Buenos Aires, pero yo quiero, en esta tarde de encuentros, en este lugar de trabajo, en el taller de una fábrica, terminar mi intervención de hoy con historias de vida porque la economía suelen ser cifras, datos duros, pero detrás de esos números se esconden tragedias, vidas, dramas cotidianos.

Recién el señor presidente del Movimiento de Fábricas Recuperadas me contaba su historia: abogado, hijo de un delegado de la UOM, de la fábrica Ferrum, de Avellaneda, nació en una villa de Avellaneda, en Villa Corina y, hoy, orgullosamente me decía: "soy abogado, especialista en quiebras, pero del lado de los trabajadores, ayudando a los trabajadores". (APLAUSOS). Cumplió con lo que yo digo, es el deber que tenemos todos aquellos que siendo hijos de trabajadores tuvimos la suerte de poder llegar a tener una carrera universitaria en la universidad pública nacional y gratuita, universidad pública, nacional y gratuita que sostienen millones de argentinos como ustedes, trabajadores, que tal vez no han podido llegar a la universidad.

Esto nos obliga a nosotros, a los que tuvimos la suerte de acceder a la capacitación universitaria, no solo en la defensa de los intereses del país, sino además en la defensa de los intereses de aquellos que con su esfuerzo y con su sacrificio, sostuvieron nuestros estudios aunque tal vez ellos nunca puedan llegar a tener acceso a esa universidad. (APLAUSOS)

Siempre he hablado del compromiso que debemos tener los que hemos tenido la suerte de poder acceder a los bienes que otros no han podido, la obligación moral que tenemos para con el resto de la sociedad.

Y la otra historia, la historia que cuando llegué me contaron y que se parece mucho a la historia de la Argentina de estos últimos seis años, la historia de Luís, que debe andar por ahí.

Luís era un obrero de esta fábrica, de esta cooperativa "Los Constituyentes", y fue despedido en el año 2001. Allí sus compañeros después se quedaron en la fábrica y comenzaron toda la tarea y lo volvieron a encontrar a Luís, en el año 2004, en la calle -me contaba él-, una noche de lluvia, era cartonero y lo trajeron de vuelta aquí, a la fábrica.

Hoy Luís es obrero orgulloso de esta fábrica, ha podido comprar su casita, tiene su auto y mantiene a su familia. Es la historia de millones de argentinos la de Luís. (APLAUSOS)

Hay millones de Luises en la República Argentina que habían quedado a la vera del camino y que estos años de crecimiento, de trabajo y de producción, permitieron que vuelvan a tener la dignidad que tiene que tener todo ser humano.

Además de Luís, hay millones también de hombres y mujeres que pudieron jubilarse porque este Gobierno impulsó cubrir a aquellos que habían quedado fuera porque no habían aportado, por despido o por patrones inescrupulosos. Ellos también son Luises, Luises que habían quedado a la vera, los Luises que solamente iban al colegio para comer y no para estudiar; los Luises que habían perdido la posibilidad de tener una beca para poder acceder a la universidad.

Es la historia de nosotros y hemos sido nosotros mismos, los argentinos, que, con esperanza, con ilusión, con trabajo, con esfuerzo y con confianza en nosotros mismos, hemos revertido.

Por eso, hoy aquí no estamos solamente en una fábrica recuperada, estamos en una Argentina recuperada por los argentinos y para los argentinos. (APLAUSOS)

Vamos a seguir trabajando con el mismo esfuerzo, con el mismo compromiso, representando los intereses de todos aquellos que saben que es necesario construir una sociedad solidaria, justa y equitativa que dé igualdad de oportunidades a todos.

Una y mil veces lo voy a repetir: es nuestra obligación como gobernantes garantizar la igualdad de oportunidades, las que alguna vez tuvimos en una Argentina que allá por la década del '50 llegó a ser la primera economía latinoamericana en grado de producción, de inversión, de tecnología, de universidades, de estudio, de capacitación.

Sueño, lo charlábamos recién, con volver a la Argentina del fifty-fifty, mitad para el capital y mitad para el trabajador, porque eso hace a la sociedad más igualitaria y lo venimos haciendo negociando convenciones colectivas, derogando la "tablita de Machinea". Yo cuando hoy escucho a hablar a algunos digo qué poca memoria, era la época de los descuentos a los trabajadores, los descuentos a los jubilados y de los impuestos a los buenos salarios que significó todo eso.

Pero aquí estamos, no para recordar lo que se hizo mal, sino en todo caso, para tener presente todo eso en la memoria y no permitir nunca más que en la Argentina haya dirigentes o gobernantes que crean que la solución está en que el pueblo sufra y en la aplicación de políticas de ajuste.

Yo me comprometo como Presidenta de todos los argentinos, como siempre lo he hecho toda mi vida, siendo legisladora quedando muchas veces en soledad con planteos que me decían que los decía porque era opositora porque eran cosas imposibles de realizar, me quedo con la defensa irrestricta de esas ideas que pudimos llevar a la práctica.

No somos genios, no somos iluminados, simplemente somos argentinos convencidos de que lo mejor que tenemos es el pueblo y que es posible desarrollar un proyecto nacional y popular aún en un mundo global. (APLAUSOS)

Por suerte los tiempos están cambiando, no solamente cambiaron para la Argentina, sino también cambiaron para el resto del mundo, se derrumbaron paradigmas. Yo decía el otro día que si alguien me hubiera dicho hace unos años que íbamos a poner dinero para salvar a una empresa multinacional que, además fue estatizada en Estados Unidos, me hubieran dicho que estaba delirando. Pero eso es así, el mundo ha cambiado y no ha cambiado para el lado que decían ellos, está cambiando para el lado que siempre sostuvimos nosotros.

Por eso digo, con la certeza de los resultados, con la fuerza de los hechos, de las realizaciones, de la gestión, de las cosas que podemos ver, tocar, demostrar en estos seis años de gestión, con esa legitimidad, que hoy estamos aquí, frente a ustedes, para renovar una vez más el compromiso de seguir recuperando más trabajo, más producción, más dignidad, más patria y, en definitiva, recuperar la historia de los argentinos.

Muchas gracias y felicitaciones a todos los trabajadores y trabajadoras que con confianza, con orgullo, con solidaridad, han vuelto a poner en marcha fábricas que habían cerrado sus puertas.

¡Vamos por más, todavía!

Muchas gracias. (APLAUSOS)

domingo, 7 de junio de 2009

Madriguera de la Derecha




OPOSICION O MADRIGUERA DE LA DERECHA


cerro colorado - pictografías de nuestros antepasados

Se viven horas decisivas en Argentina. Pero de lo que ocurra en este país dependerá en buena medida el proceso de América Latina. La virulencia que está sacando a luz la contienda electoral, demuestra que había fuerzas contenidas como por una coraza, y que no se animaban a intervenir, salvo tímidamente, pero que tras el conflicto del campo han salido a luz con una sorprendente decisión. Hoy, nadie se quiere privar de decir si es de derecha, si es reaccionario, si es gorila, si es proimperialista o si directamente quiere que vuelva Bush. En Córdoba Capital, donde este gobierno nacional no gana, los candidatos han declarado su adhesión a la histeria anti-Cristina, peleandose entre ellos por demostrar quién es más antikirchnerista. Programas y propuestas estan ausentes; planteos generales, sí, de apoyo al agro, de donde todos esperan cosechar votos, no especifican cifras, son todas frases en el aire: "para el campo lo que es del campo"..."para Córdoba lo que es de Córdoba"...consignas infantiles que las puede decir un niño chico. Todo es contra el gobierno nacional. Ninguno habla puntualmente de nuestra lucha, la de las víctimas de la represión, ninguno se refiere a nuestros reclamos, los reclamos de los Organismos de Derechos Humanos.

Pero el objetivo vá mas allá. Si la oposición le ganara al gobierno nacional, aunque estas sean elecciones legislativas, está claro que pretenderá desalojar a la presidenta del Ejecutivo e instalar al Vicepresidente Cobos. Pero nosotros tambien vemos claro. Si la oposición ganara, como mínimo se plantearía un serio retroceso en nuestra lucha. Correría serio riesgo la continuación de los Juicios a represores, se instalaría nuevamente la discusión sobre indultos, prisiones domiciliarias, una concesión tras otra a los genocidas. Se frenaría abruptamente el camino de las estatizaciones y fundamentalmente se abriría un interrogante en la continuación del proceso abierto en América Latina, que no podría depender de una Elisa Carrió, para quién Chavez es nazi, tampoco la inserción argentina en esta América Latina independiente de los yankis podría depender del colombiano De Narvaez, ligado a la efedrina, ni de Macri, ni de un Reutemann. Todos ellos no constituyen hoy una oposición democrática, sino una verdadera madriguera de la derecha intrigante. Y ya hay que incluir ahí, a la periodista amarilla, Norma Morandini, que olvidando a sus familiares desaparecidos, se suma al coro de la reacción. Es como sí ser antikirchneristas fuera una obligación, entonces no hablan de la recuperación de Aerolíneas, de Area de Material Córdoba, etc. Son incentivados constantemente por la dirigencia del agro, que ha perdido todo respeto por autoridades, funcionarios, intendentes y dirigentes que no sean afines a sus intereses, que ha pasado a la intimidación y a la agresión, a lo que se suma la posición la prensa reaccionaria.

El gobierno nacional, ésto hay que decirlo, de cinco golpes que recibe, logra devolver uno y medio. Mariano Grondona y Biolcati de la Soc.Rural, hablan por televisión, de destituir al gobierno. NO; por éste camino no avanzamos. Ese es el camino de Juan José Torres, en Bolivia y en parte de Salvador Allende en Chile. Nuestro apoyo a este proyecto, no se extiende a gente cercana al gobierno que empuja para atrás. La burocracia sindical, ha dejado aislados a los obreros de Volkswagen, Iveco, Cive, etc. que son nuestra base de apoyo. Esto no se arregla con un acto, como el de Moyano, aunque la movilización fuera buena, donde llamó a votar por el gobierno. No sirve de mucho. En pleno conflicto con el campo, habría que haber sacado a la clase trabajadora, movilizarla, llevarla para liberar las rutas, haciendo asambleas, donde se llamara, incluso a los pequeños productores a intervenir, plantear las reivindicaciones obreras, no perder la independencia de clase, pero denunciar a la derecha, denunciar los objetivos del golpismo para quién Cobos no es más que un pobre infeliz, que será usado y después descartado.

Mantener un estado de movilización, discusión y agitación permanente. Las calles, las plazas, los lugares de reuniones, seran nuestros o de la derecha. Cada espacio que se entrega, lo gana el enemigo. Ante el funcionamiento del agro, en sus ferias, sus exposiciones, etc. los políticos burgueses claudican, pactan, complotan. Todos ellos, en un rejuntado unido sólo con la saliva del antikirchnerismo. Si ganan, ¿Que proponen hacer con la catarata de juicios a represores? ¿qué haran con la estatización de Area de Material Córdoba, de las AFJP, de Aerolíneas...?

La dirigencia de izquierda, dispersa, confundidamente sectaria, sólo atina a taparse los carteles entre sí. Aquí en Córdoba, el Partido Obrero impugnó ante la justicia al Frente de Izquierdas, lo que fue rechazado, entonces le dió continuación tapando sus afiches. El Frente reaccionó tapando los del Partido Obrero. Ahí se pudo ver afiches proponiendo que la crisis la paguen los capitalistas, tapados por otros que decían ¡exactamente lo mismo! Entonces apareció el MST, totalmente ajeno a la puja anterior y les tapó los afiches a los dos. ¿Sería posible convencer a la gente que esa izquierda es su dirección histórica y que los conducirá al cambio revolucionario? No, la gente no es tonta.

Son los militantes de base de todos esos partidos, más las agrupaciones de base del kirchnerismo, de los piqueteros, las agrupaciones sindicales, los sindicatos recuperados, quiénes deben tomar la movilización en sus manos. Accastello desperdicia los afiches con consignas generales en vez de basarse en lo que está pasando. El enemigo tiene en su contra un proceso mundial y latinoamericano que acorrala al imperialismo. Las franjas sociales que luchan contra el gobierno aquí, son las mismas que luchan contra Evo Morales en Bolivia, contra Chavez en Venezuela, contra Correa en Ecuador. Pero no logran parar este proceso. Bolivia y Paraguay sellaron el fin de su conflicto fronterizo con el abrazo de Lugo y Morales, aquí, en Argentina, como garante. Y el saludo de los presidentes, es el abrazo del pueblo boliviano con el paraguayo. Hoy esa inserción de nuestro país en esta América Latina NO DEBE PERDERSE. La cara de asco de los políticos opositores es por el triunfo del Farabundo Martí en El Salvador, es por el triunfazo de todo el Continente respaldando a Cuba en la OEA. En eso nos apoyamos nosotros. Por todo éso e impedir cualquier retroceso, apoyaremos este proyecto vigente, el 28 de junio.

Enviado por Jorge Kaplan.

sábado, 6 de junio de 2009

BURGUESIA FALLIDA


"Tarde clara" Fernando Fader
Burguesí
a fallida

En el ámbito de las ciencias políticas ha pasado a ser habitual el concepto Estado fallido. Esta idea impulsada por académicos y think tank estadounidenses de corrientes ideológicas diversas considera, entre otros aspectos, que esos Estados no pueden brindar adecuadamente los servicios básicos a la población y, por lo tanto, pierden legitimidad política en un contexto de creciente violencia social. Noam Chomsky en su libro Estados fallidos interpela al pensamiento convencional que incorporó en esa categoría a países de la periferia, destacándose en la región los casos de México y Colombia, y muestra cómo Estados Unidos comparte rasgos de Estados fallidos. Chomsky sostienen que éstos son aquellos que carecen de capacidad o voluntad para proteger a sus ciudadanos de la violencia y quizás, incluso, de la destrucción y se consideran más allá del alcance del derecho interno e internacional. Afirma, además, que padecen de un grave déficit democrático que priva a sus instituciones de su auténtica misión. El análisis económico tiene la posibilidad de apropiarse de esa idea para tratar de comprender situaciones domésticas que el discurso dominante presenta con naturalidad. Por caso, el conflicto abierto entre el gobierno de Venezuela y el Grupo Techint que ha provocado la reacción del establishment local y trasnacionalizado. Las críticas al proceso político y económico de Hugo Chávez, su engañosa extensión a la realidad doméstica y la presión con claque opositor para debilitar el Mercosur expulsando a Venezuela ha sido la manifestación más contundente de la existencia en Argentina de una “burguesía fallida”.

Los argumentos para aislar a Venezuela refieren a que el objetivo planteado por Chávez de transformar a ese país en una economía socialista anticipa su alejamiento del carácter de “economía de mercado”. Por ese motivo no debería formar parte del Mercosur, sostienen las principales cámaras patronales, actuando de vocero de esa posición el secretario de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, el mismo que como ministro de Producción del gobierno de Eduardo Duhalde impulsó la pesificación asimétrica, provocando una transferencia millonaria de recursos a los grupos económicos, entre ellos Techint. Esa anacrónica reacción empresaria envuelta en una supuesta defensa de intereses nacionales, cuando al mismo tiempo decenas de pymes y no pocas grandes están expandiendo sus negocios en el marco de acuerdos de integración regional con Venezuela, ha quedado descolocada. En esa misma semana, la Organización de los Estados Americanos (OEA), con el acuerdo de los 34 cancilleres de los países miembros, enterró la resolución que hace 47 años expulsó a Cuba de esa organización por haber asumido la ideología marxista-leninista y aliarse al bloque soviético. En ese contexto latinoamericano, plantear la expulsión de Venezuela del Mercosur se presenta fuera de época. Además, pese a la existencia de conflictos sobre la propiedad de grandes empresas entre el gobierno de Chávez con otros países integrantes del bloque en ningún caso sus respectivas cámaras patronales exigieron con semejante intoxicación ideológica el desplazamiento de Venezuela del Mercosur.

Esa avanzada, además de la defensa corporativa del Grupo Techint, tiene el objetivo de limitar la intervención del Estado en la economía. En especial, el poder está inquieto por la designación de directores y síndicos en empresas que la Anses detenta paquetes de acciones relevantes. El análisis tosco sobre la “chavización” de la administración kirchnerista no tiene otros elementos que lo sustenten que anteojeras ideológicas o intereses ocultos. En esa instancia, con esos comportamientos se hace presente en toda su dimensión el concepto de “burguesía fallida” para la economía argentina.

En una economía capitalista la burguesía desempeña un papel central, y en términos históricos fue revolucionaria al desplazar el régimen feudal. Pero también lo ha sido en el desarrollo de las fuerzas productivas con innovaciones e inversiones que fueron alterando el sistema de producción y el orden social, expandiendo sus fronteras hasta lugares remotos del planeta. Es abundante la literatura acerca del comportamiento y características de las clases dominantes. La de Argentina actúa como cualquier otra que busca maximizar ganancias y su acción no está determinada por razones “culturales”, vinculadas con corrientes inmigratorias o creencias religiosas, como sostienen ciertos especialistas. Pero lo cierto es que los grandes industriales son parte importante del fracaso del desarrollo económico local a pesar de contar con el apoyo de gobiernos de distinto origen. A pesar de recibir amplios y diversos beneficios fiscales y financieros no pudieron ser un agente dinámico de un modelo de acumulación competitivo.

Un sendero a transitar para tratar de comprender ese comportamiento remite a evaluar a esos industriales como un sector rentista. Esta característica tuvo una espontánea manifestación con la venta al mejor postor de sus empresas en los últimos veinte años, para girar parte de esos fondos al exterior y otra para volcarlos a la compra de campos y a la producción agropecuaria. Esto impulsa a considerar que la existencia de una “burguesía fallida” está asociada a un modelo de desarrollo latifundista, con rentas extraordinarias obtenidas por las ventajas comparativas a nivel internacional del campo argentino, que terminó conformando una clase dominante periférica y dependiente. Esto explicaría la vocación por la especulación financiera, la imposibilidad de constituir una base industrial medianamente desarrollada pese a los millonarios subsidios otorgados por el Estado y la tendencia a reorientar excedentes a la compra de campos y a la actividad agropecuaria.

El economista Andrés López escribió el documento Empresas, instituciones y desarrollo económico: un análisis general con reflexiones para el caso argentino, publicado en el Boletín Techint (Nº 320, mayo-agosto 2006), que es muy ilustrativo para acercarse a la complejidad de la burguesía nacional. López sostiene que “el estudio de la conducta empresaria es clave para entender mejor el funcionamiento de los mercados y la dinámica de la competencia, sino que también es central para comprender los diferentes estilos y alcances de los procesos de desarrollo económico a nivel nacional”. Describe en forma esquemática que investigadores de izquierda y liberales cuestionan, con distintas bases conceptuales arribando a la misma conclusión, el comportamiento de la burguesía local. Los primeros destacan que debido a su carácter rentístico o especulativo no fue capaz de liderar un proceso de acumulación basado en la innovación y la inversión en capital físico y humano. Por el contrario, se limitó a aprovechar las oportunidades que se presentaba en cada una de las fases de la economía en distintos momentos de la historia reciente. Hoy, por ejemplo, ya explotó el ciclo de elevado crecimiento que permitió la megadevaluación y pesificación, socializando pérdidas a costa del resto de la sociedad, y busca ahora una vía rápida de ajuste para sostener su comportamiento especulativo. Por su parte, la corriente liberal sostiene que la existencia de conductas empresarias que denomina “lobbista” o “de captura de rentas” no tiene que ver con características intrínsecas de la burguesía local, sino de políticas económicas erróneas, cuyo origen se ubica en el régimen mercado-internista surgido tras la crisis del ‘30 y consolidado a partir de los gobiernos peronistas.

Ambos enfoques, sostiene López, se unifican en la profunda desconfianza que tienen hacia toda forma de vinculación entre el Estado y la clase empresaria, “ya que cuando esa interacción existe usualmente es para generar beneficios hacia un sector limitado de la sociedad (gobernantes y empresarios poderosos) a costa del resto”. Para los liberales, esa interacción es “a priori sospechosa de ser el resultado o el prolegómeno de algún acto de corrupción o una transferencia de renta”, señala López, para agregar que la corriente de pensamiento de izquierda considera que “es la consecuencia del sometimiento del Estado a las necesidades del gran capital”. En la Argentina, la historia muestra evidencias de ambos tipos de conductas que ante intentos de construir institucionalidad a partir del Estado impulsando un proceso de acumulación sostenido, esa “burguesía fallida” ha buscado frustrarlo para mantener inalterado ese funcionamiento de la economía que le permite una acumulación especulativa de capital. Incluso cuando una facción de esa burguesía intenta apartarse de ese destino es señalada por los propios abanderados de la libertad del capital como cercana al gobierno de turno o marginada de los círculos del poder económico.

En general, todo proceso de industrialización implicó una fuerte transferencia de recursos públicos hacia la naciente burguesía. “La evidencia muestra que la corrupción ha estado presente, en mayor o menor medida, en casi todas las experiencias de industrialización y desarrollo económico modernas”, explica López. Pero destaca a la vez que esos países (Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Japón, Corea, entre otros) han alcanzado una estructura institucional que ha impulsado que esa burguesía no se ha quedado en la captura de rentas o en conductas rentísticas, para reconvertirse en una con estrategias competitivas, dinámicas, de expansión, actuando como un factor de estabilidad económica y no de perturbación. No ha sido el caso de “burguesía fallida” de la experiencia argentina.

Alfredo Zaiat - Página 12

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