Postal número 1.
Martes 25 de Mayo de 2010; 21:30 hs aproximadamente. Lugar: Obelisco porteño, cruce de Av. 9 de Julio con Av. Corrientes.
Fuerza Bruta empieza a deslumbrar y conmover a la multitud que como un ejército disciplinado le da paso sin que nadie los empuje o los corra a bastonazos. Federica Pais pide desde el escenario principal que colaboremos todos. Y todos colaboran. Pasa la carroza con los criollos, el asado y los bombos y el grito de “¡Viva la Patria!” sacude el aire y el alma de los argentinos. Desde el sonido de la carroza el criollo grita una, dos, tres veces el mismo grito. De pronto alguien grita muy pero muy fuerte: “¡Viva Cristina!” y en milésima de segundos contenemos la respiración… y la multitud responde: “¡Viva!”
Postal número 2:
Aparece en el escenario el cantante popular Ignacio Copani. El pueblo escucha la presentación y aplaude. Un juglar es cosa seria. Y este juglar se viene jugando desde siempre y lo sigue haciendo allí, frente a la multitud, con las mismas canciones claramente identificadas en su poesía con el proyecto nacional y popular que gobierna y de abierto rechazo, casi visceral a Cobos y toda la oposición. En otro tono, Copani esa noche representa a Barragán cantando “yo soy la mierda oficialista”. Y se produce la chispa: los miles y miles de argentinos que escuchaban, aplauden a rabiar y los vivas y los “otra, otra” acompaña al artista.
Postal número 3:
Sobre algunos decorados se lee un cartel que daba cuentas con una estética amigable, las muestras oficiales de Trabajo y Producción, Ambiente, Educación, Ciencia y Tecnología, Derechos Humanos, Cultura.
“Son los puestos del Gobierno”, escucho decir a mi lado. Miro los rostros de la multitud, leen los carteles, entran a los puestos, nadie critica, nadie putea para decirlo con elegancia, todos cantan algo, todos ríen, todos aplauden.
Postal 4:
Los presidentes latinoamericanos encabezados por Cristina Fernández de Kirchner atraviesan Plaza de Mayo desde la Casa Rosada hasta el Cabildo y desde allí hasta el Palco montado en la Diagonal Norte, antes de llegar al Paseo del Bicentenario. La multitud se enfervoriza con Cristina, con Néstor Kirchner que les tira un beso tras otro, con Evo Morales, con Hugo Chávez, con Rafael Correa, con el Pepe Mujica, con Zelaya, con Lula, hasta Piñera liga saludos de amor colectivo.
Todos pugnan por acercarse a Cristina. Le dicen “fuerza presidenta” y ella sonríe y se emociona y camina en la multitud.
Estábamos reinventando el pueblo y nos dábamos cuenta.
Postal 5:
Si en la noche del sábado 22 esa multitud hubiese decidido construir una pirámide humana, a cococho, a caballito, seguramente hubiese tocado el cielo. No hizo falta. El cielo estaba en ese pueblo. En el escenario. En el asfalto de la Avenida más ancha del mundo. Y de pronto asoman claramente las banderas de los pibes de “La Cámpora” y un cartel humilde que decía “Gracias Cristina” y otras banderas con el peronismo militante y la gente los cobijaba, los saluda, canta con ellos.
Postal 6 y final a toda orquesta:
Pasa la carroza de las Madres y hay un silencio de asombro, luego una montaña de aplausos y en esa cuadra cantan “Madres de la plaza el pueblo las abraza” como si las vieran en esos pañuelos iluminados y ven a nuestros soldados caídos en Malvinas y algunos lloran y al mismo tiempo cantan “el que no salta es un inglés” y sigue la Marcha de San Lorenzo cantada como si estuviéramos en pleno campo de batalla.
La Argentina real se pasea por el Bicentenario como preguntando a los que miran crispados del otro lado del muro: “¿Y ahora?”
Lo que emociona es el “Nosotros” en la multitud. Uno es uno y es a la vez, “Nosotros”.
Hay más postales, pero las disfrutaremos sorbo a sorbo, como los buenos vinos.
Ayer la Presidenta reivindicó al Ejército unido a la nación y a su pueblo y en otro lado, Carlos Tomada y otros dirigentes ayudaban a reunificar la militancia de la ciudad.
Es decir, el Paseo desmontó sus estructuras, pero su corazón no para de latir.
Por Jorge Giles
Fuente Blog de Jorge Giles
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