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martes, 10 de mayo de 2011

Caso Velazquez



Investigación de la muerte de un bebé de 7 meses

Diario Prensa realizó este informe especial basándose pura y exclusivamente en la resolución judicial por la cual fue procesado el legislador Luis del Valle Velazquez, imputado del delito de homicidio preterintencional, por la muerte del bebé de 7 meses de vida, Aron Mateo Cano.

caso Velázquez

Diario Prensa realizó este informe especial basándose pura y exclusivamente en la resolución judicial por la cual fue procesado el legislador Luis del Valle Velazquez, imputado del delito de homicidio preterintencional, por la muerte del bebé de 7 meses de vida, Aron Mateo Cano.

Según se desprende de la resolución judicial por la que se lo procesa, el legislador Luis Velázquez y Pamela Cano, madre de Aron Mateo Cano, de 7 meses, mantenían una relación de pareja desde hacía algunos meses. Cano había llegado a Ushuaia, proveniente de la ciudad de Córdoba, encontrándose con su novio (Velazquez) en el hotel “El Choconcito”, habitación 7, el 5 de octubre del corriente año, en donde pasaron la noche. Por la mañana, en momentos en que la mujer sale del baño, ve que su bebé estaba en brazos de Velázquez con los ojos desorbitados, los brazos y piernas rotados, en medio de fuertes convulsiones.

Luego la mujer fue trasladada por el dueño del hotel al hospital. Los médicos del sector de guardia al ver el estado del pequeño, disponen la realización de una tomografía computada para determinar qué tipo de lesión había sufrido el infante. Luego de obtener los resultados se deciden a operarlo, dado que los estudios evidenciaron un coágulo de sangre en la cabeza, lo que ponía en riesgo la vida de la criatura. Terminada la operación, que estuvo a cargo de dos neurocirujanos, el bebé fue trasladado a terapia intensiva en donde permaneció hasta el otro día, cuando falleció.

Declaración de Pamela Cano

La mujer de 23 años dijo que llegó a la provincia unos 15 días antes de los hechos; que se trasladó primero a Río Grande, en donde se alojó en la casa del chofer de Velázquez y que el martes 5 de octubre arribó a Ushuaia y se alojó en el hotel “El Choconcito”. Que a eso de la medianoche llegó Luis (Velázquez) con comida, acompañado de su chofer. Relató que luego de que se fuera el chofer acostó al bebé y que se durmieron enojados porque cuando ella le dio un beso a Velázquez éste le sintió olor a cigarrillo, provocando el desagrado del hombre. Agregó que se acostaron, que el pequeño Mateo, durmió toda la noche y “que no mantuve esa noche relaciones sexuales con Luis porque estaba enojado”.

Al día siguiente, continuó recordando que “Mateo se despertó llorando, se había hecho pis. Entonces lo pasé a la cama grande (en la habitación hay dos camas, una matrimonial y otra de una plaza) y lo cambié. Estuvo calladito, lo acosté en su cama, le di la leche y se volvió a dormir”

Después explica Cano que cuando finalmente ella y su novio empezaron a tener relaciones sexuales en horas de la mañana, el bebé lloró un segundo, que enseguida le puso la mamadera y que dejó de llorar; que al rato se le cayó la mamadera y que volvió a llorar un rato, entonces volvió a ponerle la mamadera y la criatura dejó de llorar. Recién ahí Cano mantuvo relaciones sexuales con Velázquez. La joven cuenta que después el hombre le indicó que se bañara ella primero, que él iba a atender al bebé, por lo que ella bajó (el dormitorio está en la parte superior de la habitación), se fue a bañar y que “Luis se quedó arriba con el bebé”.

Cano afirmó que cuando se estaba bañando su hijo comenzó a llorar y que entonces le pidió al hombre que se lo llevara, que lo bajara, que se lo reiteró “como dos o tres veces”. Recordó que escuchaba llorar a su hijo y que estuvo duchándose aproximadamente unos quince minutos “pero intranquila, porque Mateo no paraba de llorar” . También declaró que “finalmente Luis bajó con el bebé, se paró al lado del baño, le silbaba y le hablaba pero Mateo ya no lloraba”. Relata que entonces se cubrió con una toalla, se acercó a su hijo, lo alzó y vio que no sostenía la cabecita. “Qué le hiciste a mi bebé! - recordó la mujer haberle gritado a Velázquez, a lo que el hombre le respondió que no le había hecho nada y que el bebé no tenía nada. Ella insistió en preguntarle por qué su hijo estaba así y dijo que en ese momento le empezó a rogar que la llevara al hospital.

Minutos después fue el dueño del hotel quien trasladó a Pamela Cano y a su bebé Mateo Cano a la guardia del Hospital Regional Ushuaia, permaneciendo Velázquez en el hotel.

Declaración de Luis Velázquez

Velázquez declaró que conoce a Pamela Cano desde que el bebé tenía cuatro meses aproximadamente (julio), durante un viaje que realizó a la ciudad de Córdoba en oportunidad de haber ido a visitar a unos familiares. Según el declarante, se hicieron “amigos” y Pamela le manifestó que quería cambiar de vida, que ella vivía muy humildemente en ese lugar. Agregó que él fue a Córdoba solo por un día pero que continuó en contacto con Pamela a través de mensajes de celular, cuando retornó a la Provincia.

Declaró también el legislador que mantuvo tres encuentros con Pamela Cano en Buenos Aires y que en el segundo encuentro ella vino a Tierra del Fuego, que estuvo en Río Grande y en Ushuaia y que luego retornó a Buenos Aires, en donde se volvieron a encontrar. También declaró que realizó con la joven un viaje a la Provincia de Salta.

Velázquez precisó que Pamela Cano llegó a la Provincia el 30 de setiembre de 2010 y que estuvieron viajando entre Río Grande y Ushuaia hasta el 5 de octubre, oportunidad en la que se alojaron en el hotel “El Choconcito”, situado en Marcos Zar y Magallanes.

En su declaración indagatoria el acusado confirma lo dicho por Pamela Cano en lo que refiere a la noche anterior y al día de los hechos investigados. Confirmó que bajó con el bebé cuando éste estaba llorando y que su madre se lo reclamaba. Dijo que Pamela le silbaba y le hablaba al bebé para consolarlo. Que cuando le pasó el bebé a Pamela y ella lo recibió, le preguntó si notaba algo raro, que le dijo que no. Agregó que Pamela vio “que el bebé tiraba la cabecita para atrás y es como que los ojitos también se le iban para atrás”.

Continuó relatando que Pamela Cano se puso nerviosa, que le dijo que se vistiera y que él salió al pasillo del hotel en donde vio a una persona a la que le pidió que llevara a la joven y a su bebé al hospital, cosa que sucedió.

Que él luego se trasladó al Hospital y que se encontró en la guardia con Pamela, quien le contó que iban a operar al bebé. Que se quedó por unas horas y que se retiró porque tenía una reunión con unos gremios. Al regresar al nosocomio y ver a la mujer alterada dijo que ésta le señaló que era por un comentario que había hecho un médico. Velázquez le habría pedido entonces al facultativo que le repitiera lo que había dicho y –siempre según los dichos de Velázquez- le habría dicho “que no le hicieran caso a Pamela porque había molido a palos a su hijo” (ver informe médico y forense en donde consta que no se encontraron rastros de maltrato físico en el cuerpo del bebé). Velázquez agregó que ante la situación quedó shockeado por los comentarios que le realizaron los médicos respecto a Pamela y que se retiró del lugar.

Cuando se le preguntó a Velázquez concretamente si era posible que el bebé pudiera haber haber sido agredido por su madre Pamela Cano, hecho que él no hubiera advertido o escuchado, respondió que “pudo haber pasado por mi forma de dormir, ya que ese día estaba muy cansado”.

En cuanto a la relación de Pamela Cano con su hijo, Velázquez sostuvo que si bien no era agresiva tampoco era cariñosa con el bebé cuando él estaba presente, pero que esto lo atribuía a que la nombrada quería pasar más tiempo con él. Velázquez luego negó su responsabilidad por el hecho que se le atribuye, dijo que él jamás fue agresivo con ninguno de sus 9 hijos, que sería incapaz de hacer algo así a una criatura y que inclusive él le pagó el pasaje a Pamela Cano para que viniera junto a su hijo a la Provincia (ver informe sobre pasajes de la Legislatura). Finalmente ofreció hacerse un examen de ADN para acreditar que él no era el padre de Mateo Cano.

Testimonio del médico forense Dr. Carlos Gervasoni

El Dr. Gervasoni afirma en su declaración testimonial que la fractura que ve el tomografista, él NO la vio. Que respecto a que en la tomografía figura un hematoma crónico resangrado, Gervasoni sugiere que se aguarde el estudio histopatológico (estudio de células o tejidos bajo microscopio) el que determinará la data de los coágulos, como así también la data de las hemorragias oculares como las que se detectaron. Cuando se le preguntó respecto al tiempo que puede pasar entre un sacudimiento y la hemorragia retiniana (en los ojos), respondió que inmediatamente de producido el sacudimiento aparece la hemorragia retiniana. También de inmediato aparece el coágulo de la cabeza, “pero si el coágulo es chiquitito los síntomas pueden tardar en aparecer o no” - amplió diciendo además que los síntomas pueden aparecer en horas o en días.

Declaración del Dr. René Claudio Boudot: primer neurocirujano que operó al infante

El neurocirujano declaró que es profesional de la Clínica San Jorge y que fue convocado para atender una urgencia, dado que el neurocirujano del Hospital, Dr. Carlos Cabrera, estaba realizando una operación, por lo que acudió en forma inmediata y atendió al paciente Mateo Cano.

El profesional relató que le practicó al infante una craneotomía descompresiva fronto temporal izquierda (agujero en el cráneo en la parte frontal izquierda), que evacuó un hematoma subdural (coágulo ubicado entre la duramadre -membrana que recubre el cerebro- y el propio cerebro, importante y organizado; es decir que se trataba de un coágulo que le costó sacar porque tuvo que agrandar la craneotomía y que se trataba de algo duro organizado que no podía ser aspirado.

Cuando se le preguntó si por su experiencia el coágulo era de vieja data, Boudot afirmó que por su experiencia se trata de un sangrado de horas y NO de días, que el coágulo que sacó era un coágulo nuevo.

Respecto a las causas que originan este tipo de coágulo, expresó que este tipo de sangrado subdural se puede deber a una malformación vascular que haya sangrado o ser un trauma por sacudida de cabeza- lo que se denomina síndrome del bebé sacudido- , que no es por golpe externo, que si fuera por golpe externo tendría que haber contusión cerebral, que no la había y contusiones en el cuero cabelludo o hematomas que el médico no visualizó.

El neurocirujano afirmó también que no vio un hematoma subdural crónico (como afirmara el técnico que realizó la tomografía) y que el que sacó no era crónico.

También afirmó que no vio fracturas, que no observó sangrado de hueso o fractura ni contusiones en partes blandas, es decir piel o músculos. Que una vez que sacó el coágulo llegó el Dr. Cabrera quien continuó con la cirugía y que él se retiró del Hospital dado que tenía pautada una cirugía con otro paciente, en la clínica.

Declaración del Dr. Carlos Cabrera: segundo neurocirujano que operó al bebé

El neurocirujano declaró que después de lo realizado por el Dr. René Claudio Boudot, ingresó al quirófano con intención de comenzar a cerrar la cirugía de cerebro del bebé. Como el área trabajada se hinchó mucho procedió a agrandar la craneotomía para descomprimir el cerebro. Con eso mejoró un poco y le colocó un catéter para medir la presión intercraneana, con lo que terminado esto se trasladó al pequeño paciente a terapia intensiva.

Cabrera afirmó que cuando el coágulo se ve blanco en la tomografía se trata de un coágulo nuevo, tal como ocurrió en el presente caso. En la tomografía no vio señales de hematoma subdural crónico.

El peritaje psiquiátrico es considerado determinante por la jueza Cristina Barrionuevo

La Dra. Cristina Barrionuevo rescata dos puntos importantes para el análisis del comportamiento de Velázquez, expresados por la perito psiquiatra. La profesional dice que Velázquez se refiere al comportamiento del bebé Mateo Cano con las siguientes palabras : “la criatura estaba molesta, ODIOSA, lloriqueaba, no pensé que se iba a desencadenar así…el bebé lloraba, no la dejaba comer…el bebé lloraba a menudo, renegaba para tomar la mamadera, era un bebé inquieto y

LLORÓN” (sic).

Para la jueza este dato revela que “el gran fastidio y frustración” que Velázquez sentía ante la situación, que no era lo esperado para un encuentro amoroso con su novia, lo habría llevado a propinarle al menor uno o varios sacudones que le provocaron las lesiones constatadas y posteriormente la muerte a consecuencias de las mismas.

Otro dato que tuvo en cuenta la magistrada, también obtenido de la pericia psiquiátrica practicada al acusado, es que la profesional interviniente asegura que “Velázquez no se encuentra deprimido, triste o angustiado, acorde a la temática; NO SE REFIERE DE MANERA AFECTUOSA AL NIÑO Aron ni a la Sra. Pamela Cano. Impresiona con dificultades para contestar los test psicosométricos (tienen por objeto medir o evaluar una característica psicológica específica, o los rasgos generales de la personalidad de un individuo) al modo de resistirse, mostrando desgano, falta de interés, negativas al momento de responder a las preguntas propuestas por esta área, como así también al momento de realizar los dibujos y figuras propuestas. Por lo que se infiere que Velázquez está dispuesto a colaborar mientras pueda manejar el discurso, pero no en caso de los test donde la interpretación de lo expuesto queda fuera de su control”.

Pedido de calificación del hecho por parte de la fiscal

La figura penal dictaminada por la jueza Dra. Cristina Barrionuevo, fue de homicidio “preterintencional”, que se refiere a un tipo de homicidio culposo. En otras palabras, hace mención al “desbordamiento de las intenciones del causante, cuyo objetivo es dañar pero termina matando. Este tipo de homicidio constituiría un punto medio entre el dolo y la culpa: dolo frente a la acción y culpa frente al resultado”. Las penas previstas para este tipo de delitos oscilan entre los seis meses y cinco años de prisión.

Posteriormente la fiscal Dra. Karina Echazú solicitó ante la Cámara de Apelaciones de Río Grande, el cambio de carátula del hecho, por “homicidio simple con dolo eventual”

La responsabilidad del delito de homicidio simple realizado con dolo eventual radica, fundamental y decisivamente en la actitud espiritual de asentimiento o indiferencia ante la posible muerte de la víctima. La diferencia sustancial entre las dos calificaciones es que la primera- homicidio preterintencional- permite que al imputado (Velázquez) no se lo detenga preventivamente por el alcance que tiene la pena por este delito, de 3 a 6 años o de 1 a 3 años según la clasificación; en tanto el homicidio simple con dolo eventual contempla una pena que va desde los 8 a 25 años, con lo que se debería pedir la prisión preventiva y solicitar a la Legislatura el desafuero del legislador.

¿Qué es el Síndrome del bebé sacudido?

Aunque la descripción original sobre el niño sacudido se realizó de forma primitiva en el The British Medical Journal en 1971 por Guthkelch, fue un radiólogo pediátrico, Caffey (1972), quien primero asoció la idea de que la existencia de un hematoma subdural crónico y la fractura de los huesos largos en los niños debe significar una bandera roja para la detección de abusos en los niños. El shaken baby syndrome (SBS) o síndrome del niño sacudido (SBS) es una forma de abuso físico caracterizada por una constelación de signos clínicos que incluyen la presencia de un hematoma subdural o subaracnoideo o un edema cerebral difuso, y hemorragias retinianas, en ausencia de otras muestras físicas de lesión traumática. Las sacudidas por aceleración pueden potencialmente causar lesiones cervicales severas de la médula espinal o del tronco del encéfalo en el niño.

El síndrome del niño sacudido o zarandeado, conocido como shaken baby syndrome, es una forma de maltrato físico infantil que incluye la existencia de un traumatismo intracraneal que conlleva un conjunto de alteraciones clínicas y patológicas que conforman un síndrome bien definido. Normalmente, el daño cerebral que se produce conduce a un deterioro mental de intensidad variable, llegando en ocasiones a provocar lesiones y secuelas muy importantes en el sistema nervioso central.

Fue descrito como una rara forma de maltrato infantil caracterizada por la presencia en niños lactantes de hemorragias retinianas, subdurales y/o subaracnoideas, en ausencia de un traumatismo externo o con signos mínimos de maltrato. Puede afirmarse que es la causa más frecuente de traumatismos craneoencefálicos graves en el lactante, antes del año de edad . Lo cierto es que la frecuencia real del síndrome en la mayoría de los países occidentales es imprecisa, aunque se conoce que está subestimada, ya que se piensa que la tasa anual de incidencia se encuentra entre 11 y 24 de casos por cada 100.000 niños por debajo del año de edad.

En cuanto a las personas que cometen el maltrato, por orden de frecuencia son, los padres, los compañeros sentimentales de las madres, las mujeres que cuidan a los niños en sus casas, y por último, las madres.

Mecanismo de la lesión

La historia clínica nos suele presentar un lactante con llanto incontrolado, inconsolable, al que una persona sostiene por el tórax y lo sacude bruscamente para que se calle o se calme. Al sujetarlo por el tórax y sacudirlo, se produce un mecanismo de aceleración-desaceleración de la cabeza que conduce por una parte a las típicas fracturas paravertebrales de las costillas, y por otro a las hemorragias intracraneales y a las lesiones oculares. Las hemorragias retinianas están presentes en el 80% de los casos, y su presencia nos debe hacer sospechar la existencia de este síndrome ante la ausencia de cualquier otra causa.

Ocurre en los niños lactantes, en lo que hay una desproporción exagerada entre el gran tamaño de la cabeza con respecto al resto del cuerpo, mientras que la musculatura del cuello se encuentra aún con un tono muscular insuficiente para soportar el peso y las oscilaciones de la cabeza.

Los gastos de Velázquez en pasajes para su novia, pagados con fondos públicos

Tal como pudimos confirmar, el pasado 27 de setiembre de 2010, el Legislador Luis Velázquez pagó con dinero público, a través de las arcas de la Legislatura de Tierra del Fuego, un pasaje de avión con los tramos Ushuaia- Buenos Aires- Córdoba, a favor de Pamela Cano, por un monto de $1.304,98.-

El pago de este pasaje que fue efectuado por la Dirección de Administración de la Legislatura provincial, se condice con la fecha que el propio Velázquez admitió y que consta en las declaraciones indagatorias realizadas frente a la jueza Dra. Cristina Barrionuevo, en las que describió con exactitud desde cuando data su relación sentimental con Pamela Cano y los viajes que realizó con la mamá del bebé fallecido.

El hecho de que un funcionario público como lo es el Legislador Luis Velázquez utilice dineros públicos en beneficio propio (pagarle a su novia pasajes) es motivo para que se investigue este innegable delito de acción pública. Será cuestión de que el fiscal tome conocimiento de lo que denunciamos aquí, para que se tomen las medidas del caso.

La apelación del abogado defensor de Velázquez

El abogado Juan Ladereche, representante legal del Legislador provincial Luis Velázquez, acusado de ser el autor material del asesinato del bebé Aron Cano, interpuso un recurso de apelación basado en las diferencias de opinión técnicas que, según él, existen entre el perito forense, el técnico que realizó la tomografía computada al bebé y los argumentos de los dos neurocirujanos que operaron al infante.

Ojos que no ven, pueblo que no se conmueve

La pérdida de un bebé siempre causa tristeza. Saber que un bebé falleció producto de un acto brutal, causa consternación. Pero darse cuenta de qué manera murió, genera indignación.

La muerte de Aron Cano, de 7 meses de vida, no debe ser olvidada. Era una criatura que tenía la vida por delante y que producto de una brutalidad, por lo investigado hasta el momento, se truncó. Lo más irónico es que él ya no se puede defender y que sorprendentemente, hasta el momento, no se sabe quién va a defenderlo, dado que hasta ahora su madre no se ha presentado como querellante.

Entiendo que tal actitud se debe a que los abogados asociados Juan Ladereche y Vidal Oliver tienen un estudio jurídico en común. Para que se entienda, el abogado que defiende al victimario y el abogado que defiende a la madre de la víctima, son socios; por ende, difícil es creer que uno, en este caso el representante de la madre se convierta en patrocinante de la querella contra el otro. Por lo menos aun esto no se ha visto.

Velazquez tiene en este sentido una carta a favor, la persona que se puede convertir en un problema - la madre de Aron, que es también su novia- está bajo la misma (o casi) representación legal que él. Una estrategia sin dudas favorable al legislador, recordemos, procesado por matar a un bebé de 7 meses.

En los últimos días tanto Velázquez como Ladereche, se han dedicado a tratar de distraer mediáticamente a la comunidad realizando denuncias de extorsión hacia el legislador, por parte de periodistas, a la vez que se abocaron a tratar de confundir a los oyentes de varias emisoras radiales por donde se pasearon, tergiversando los datos que constan en el expediente judicial, en clara maniobra de confundir a la gente que quiere saber qué pasó realmente con el fallecido bebé de 7 meses.

La estrategia del mediático abogado Ladereche, que últimamente no se diferencia mucho de otros personajes mediáticos de la farándula, como Guido Suller, Jacobo Winograd o el/ la mismísima Zulma Lobato, consiste en intentar distraer a la población fueguina, queriendo hacer ver al Legislador Luis Velázquez como una víctima del sistema.

Ladereche, en sus alocuciones radiales, escuchadas por quien escribe este editorial, trató permanentemente de embarrar la cancha mezclando la capacidad profesional del técnico que realizó la tomografía al bebé con la del perito forense y la de los neurocirujanos, metiéndolos a todos en la misma bolsa o si se quiere, en el mismo nivel profesional. Y esto no es así dado que un detalle volcado en la resolución de la jueza Cristina Barrionuevo, deja al descubierto la estrategia del abogado.

Quedó comprobado para Barrionuevo que el que realizó la tomografía y que afirmó que el bebé tenía un coágulo de vieja data, no es una voz autorizada, dado que no es un médico especialista como sí lo son los dos neurocirujanos que operaron al bebé, Dres. Boudot y Cabrera, y que contradicen con fundamentos científicos la lectura del tomografista que realizó las imágenes. El coágulo que tenía el bebé y que fue extraído es de data reciente, o sea de horas antes de la operación, afirmaron los dos profesionales.

Por su parte, el médico forense Dr. Carlos Gervasoni, en su dictamen toma lo que escribió el tomografista, dado que él no estuvo presente en la operación y dice que en la autopsia pudo extraer del cráneo del bebé restos de pequeños coágulos que no puede precisar si son o no de vieja data y que eso lo va a determinar un análisis histopatológico. Es importante lo que dice Gervasoni cuando afirma que él no encontró ninguna fractura en el cráneo del bebé, cosa que el técnico tomografista sí pone en su informe.

A Ladereche, y por supuesto a Velázquez, les conviene sin lugar a dudas la teoría del tomografista, porque eso deja casi afuera de la escena al imputado, dado que si todo es de vieja data, el que provocó esa lesión en la cabecita del bebé es otra persona. Pero para la jueza eso no es así.

Ladereche tiene por costumbre jactarse de las vinculaciones que mantiene con distintos jueces, camaristas, con integrantes del poder político y económico, a los que inclusive representa o ha representado y de los que no duda en revelar sus intimidades. Se ha dedicado también, en innumerables oportunidades, a amenazar con denuncias que solo quedaron en el ámbito mediático. Por eso a nadie le extraña que ahora, una vez más, utilice la misma técnica: jactarse de sus vinculaciones y atacarme diciendo que extorsioné al Legislador Luis Velázquez, enviándole un mensaje de texto diciéndole supuestamente que “si no le daba la exclusividad lo iba a hacer mierda”. Y que por eso van a iniciar acciones legales en mi contra y este medio periodístico.

¿En la cabeza de qué pelotudo puede caber, que alguien, un periodista o quien fuere, extorsione a un funcionario, por medio de un mensaje de texto?. Esto es como decir que uno entra a robar a un negocio con las manos llenas de tinta tocando todo lo que se le cruza por delante. Ladereche insulta la inteligencia de la gente creyendo que todos son idiotas, salvo él.

Una incoherencia, otro gesto de soberbia y de verborrágica impunidad, a los que ya nos tiene acostumbrados.

O tal vez piense que uno le tiene miedo, que me voy a callar o que tomaré el camino del bajo perfil.

Ladereche: el miedo conmigo no funciona. Parece que no me conoce, no solo no me silencian las amenazas de un personaje como usted y del otro (Velázquez), que se cree un “estadista”, sino que esta semana presentaré en la justicia un escrito para que se investigue la imputación que me realiza por “extorsión”. Porque si hay algo que no podemos perder los periodistas es la credibilidad y usted y el otro, su representado “el estadista”, la están cuestionando.


Diario Prensa de Tierra del Fuego

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