Jugaba en Gimnasia y Esgrima y desapareció en 1976, ahora, 33 años después, identificaron sus restos. Es la historia de Luis Ciancio, que en aquella época de represión militar tenía 25 años y estudiaba en la facultad de Ingeniería.
El 7 de diciembre de 1976 lo secuestró un grupo de tareas de la Marina y estuvo cautivo en el Pozo de Banfield. Fue entonces cuando se truncó su carrera universitaria, estaba a punto de recibirse. Su familia comenzó una búsqueda sin descanso durante años.
Sus padres Dora Alegre y Luis Alberto, sus hermanos y su hijo vivieron mucho tiempo con la tristeza de no saber nada de él hasta que llegó la noticia que los volvió a conmover. Especialistas del Equipo Argentino de Antropología Forense que trabajaba en la identificación de tumbas NN en el cementerio de Avellaneda lograron identificar los restos del joven desaparecido.
El próximo viernes serán inhumados en el Cementerio Parque de Berisso, junto a los restos de su madre, la antigua directora de la Escuela N6.
En esa ciudad donde vivía toda la familia Ciancio, fue donde se gestó la movilización obrera del 17 de octubre de 1945 y donde se mantuvo la pulsión fábril hasta la década del 70, cuando los hijos de los trabajadores de los frigoríficos (Armando Ciancio se jubiló en el Swifft) y de las destilerías se hacían bachilleres, técnicos o universitarios.
Luis era uno de esos jóvenes que siguió ingeniería y hasta militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista Argentina, con conexión en Rosario, Córdoba y Capital Federal (PCMLA). Ese día de diciembre, se lo llevaron integrantes de la Marina, con jurisdicción sobre Berisso y Ensenada, en medio de “operativos” y no lo vieron más.
Mientras que Patricia Dillon (23), su compañera, era secuestrada a la salida del Banco Provincia de Berisso o en la ex Casa Beige, una tienda (cerrada en los 90) de La Plata, sobre la calle 48 y diagonal 74. De la chica aún no se sabe nada.
Análisis de ADN y otras pruebas complementarias determinaron que su muerte pudo ser en los primeros meses de 1977. "El dolor más grande es la ausencia. Nunca dejamos de recordarlo. Tampoco su hijo (Federico) y estamos seguro que la nieta conocerá su historia", dijo su hermano Gabriel que junto a su familia padecieron el remate de su casa y de un departamento de Luis.
El 7 de diciembre de 1976 lo secuestró un grupo de tareas de la Marina y estuvo cautivo en el Pozo de Banfield. Fue entonces cuando se truncó su carrera universitaria, estaba a punto de recibirse. Su familia comenzó una búsqueda sin descanso durante años.
Sus padres Dora Alegre y Luis Alberto, sus hermanos y su hijo vivieron mucho tiempo con la tristeza de no saber nada de él hasta que llegó la noticia que los volvió a conmover. Especialistas del Equipo Argentino de Antropología Forense que trabajaba en la identificación de tumbas NN en el cementerio de Avellaneda lograron identificar los restos del joven desaparecido.
El próximo viernes serán inhumados en el Cementerio Parque de Berisso, junto a los restos de su madre, la antigua directora de la Escuela N6.
En esa ciudad donde vivía toda la familia Ciancio, fue donde se gestó la movilización obrera del 17 de octubre de 1945 y donde se mantuvo la pulsión fábril hasta la década del 70, cuando los hijos de los trabajadores de los frigoríficos (Armando Ciancio se jubiló en el Swifft) y de las destilerías se hacían bachilleres, técnicos o universitarios.
Luis era uno de esos jóvenes que siguió ingeniería y hasta militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista Argentina, con conexión en Rosario, Córdoba y Capital Federal (PCMLA). Ese día de diciembre, se lo llevaron integrantes de la Marina, con jurisdicción sobre Berisso y Ensenada, en medio de “operativos” y no lo vieron más.
Mientras que Patricia Dillon (23), su compañera, era secuestrada a la salida del Banco Provincia de Berisso o en la ex Casa Beige, una tienda (cerrada en los 90) de La Plata, sobre la calle 48 y diagonal 74. De la chica aún no se sabe nada.
Análisis de ADN y otras pruebas complementarias determinaron que su muerte pudo ser en los primeros meses de 1977. "El dolor más grande es la ausencia. Nunca dejamos de recordarlo. Tampoco su hijo (Federico) y estamos seguro que la nieta conocerá su historia", dijo su hermano Gabriel que junto a su familia padecieron el remate de su casa y de un departamento de Luis.
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