Federico Arreola (mexicano)
Leí en el blog de un tal Florencio F. Boglione que, en una conferencia de prensa, el actor Russell Crowe “despotricó contra los medios diciendo que Robin Hood podría ver las cosas de una manera muy distinta de estar vivo hoy”.
¿Qué dijo Crowe, que ha vuelto a la fama por su papel de Robin Hood en la película que recientemente abrió el festival de Canes? Lo siguiente:
“¿Sería él (Robin Hood) político? ¿Se enfocaría en ciertas figuras y trataría de derribarlas? ¿Sería económico su objetivo? ¿Miraría a Wall Street y las enormes sumas de dinero con las que la gente se ha estado dando palmadas en el hombro, y el colapso de las hipotecas de alto riesgo? ¿O miraría lo que ustedes (los periodistas) hacen para ganarse la vida y se daría cuenta que la verdadera riqueza yace en la diseminación de la información?
Y mi teoría sería, si Robin Hood estuviera vivo hoy, vería la monopolización de los medios como el mayor enemigo”.
Al margen de que en el mundo existen demasiados gobernantes Hood Robin
(Robin Hood al revés, o sea, los que roban a los pobres y ayudan a los ricos), lo cierto es que estos políticos tan corruptos como autoritarios no sobrevivirían en los sistemas electorales modernos (basados en votaciones que no llegan a ser del todo libres porque están dominadas por la propaganda) sin la complicidad de los grandes medios de comunicación cuya propiedad, por desgracia, está muy concentrada.
El gran problema de nuestro tiempo es la dictadura mediática ejercida por unos cuantos hombres y mujeres económicamente muy poderosos que controlan diarios, cadenas de televisión, compañías de TV de paga,
radiodifusoras, telefónicas y aun la industria del cine.
Internet, que es el espacio en el que se movería Robin Hood si resucitara y operara en nuestra época, es una esperanza liberadora en la medida en que no ha sido posible que sus contenidos los controlen los que ya son dueños de los medios de comunicación tradicionales.
No, los medios tradicionales que cuentan con enormes cantidades de dinero no han logrado controlar internet, pero lo siguen intentando. Y en sus afanes invierten verdaderas fortunas.
Es un hecho que las redes sociales de internet han sido invadidas por las gigantescas televisoras de todo el mundo, por los principales diarios y por las estaciones de radio de mayor audiencia. Pero esto no es, claro que no, una buena noticia.
Desde luego, no se les puede ni se les debe prohibir a los "periodistas"tradicionales y a sus patrones participar en las redes sociales. Si esa es su apuesta de futuro, que le sigan metiendo dinero.
Lo que sí podemos y debemos hacer los ciudadanos que usamos Twitter y Facebook y el resto de los esquemas de comunicación de la red es impedir que la dominen los grandes medios cómplices del poder.
Es decir, nuestra principal misión en la red debe ser criticar mucho a los grandes medios por sus excesos, que son innumerables y muy dañinos, y festejarles poco lo que lleguen a hacer bien.
¿Qué dijo Crowe, que ha vuelto a la fama por su papel de Robin Hood en la película que recientemente abrió el festival de Canes? Lo siguiente:
“¿Sería él (Robin Hood) político? ¿Se enfocaría en ciertas figuras y trataría de derribarlas? ¿Sería económico su objetivo? ¿Miraría a Wall Street y las enormes sumas de dinero con las que la gente se ha estado dando palmadas en el hombro, y el colapso de las hipotecas de alto riesgo? ¿O miraría lo que ustedes (los periodistas) hacen para ganarse la vida y se daría cuenta que la verdadera riqueza yace en la diseminación de la información?
Y mi teoría sería, si Robin Hood estuviera vivo hoy, vería la monopolización de los medios como el mayor enemigo”.
Al margen de que en el mundo existen demasiados gobernantes Hood Robin
(Robin Hood al revés, o sea, los que roban a los pobres y ayudan a los ricos), lo cierto es que estos políticos tan corruptos como autoritarios no sobrevivirían en los sistemas electorales modernos (basados en votaciones que no llegan a ser del todo libres porque están dominadas por la propaganda) sin la complicidad de los grandes medios de comunicación cuya propiedad, por desgracia, está muy concentrada.
El gran problema de nuestro tiempo es la dictadura mediática ejercida por unos cuantos hombres y mujeres económicamente muy poderosos que controlan diarios, cadenas de televisión, compañías de TV de paga,
radiodifusoras, telefónicas y aun la industria del cine.
Internet, que es el espacio en el que se movería Robin Hood si resucitara y operara en nuestra época, es una esperanza liberadora en la medida en que no ha sido posible que sus contenidos los controlen los que ya son dueños de los medios de comunicación tradicionales.
No, los medios tradicionales que cuentan con enormes cantidades de dinero no han logrado controlar internet, pero lo siguen intentando. Y en sus afanes invierten verdaderas fortunas.
Es un hecho que las redes sociales de internet han sido invadidas por las gigantescas televisoras de todo el mundo, por los principales diarios y por las estaciones de radio de mayor audiencia. Pero esto no es, claro que no, una buena noticia.
Desde luego, no se les puede ni se les debe prohibir a los "periodistas"tradicionales y a sus patrones participar en las redes sociales. Si esa es su apuesta de futuro, que le sigan metiendo dinero.
Lo que sí podemos y debemos hacer los ciudadanos que usamos Twitter y Facebook y el resto de los esquemas de comunicación de la red es impedir que la dominen los grandes medios cómplices del poder.
Es decir, nuestra principal misión en la red debe ser criticar mucho a los grandes medios por sus excesos, que son innumerables y muy dañinos, y festejarles poco lo que lleguen a hacer bien.
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