Álvarez ya testimonió en la Justicia y dejó mal parado a Senn, de quien recuerda que, antes del golpe militar, se presentó en la "Jotapé" regional como un "oficial de Montoneros" que se hacía llamar "compañero Haroldo". Los relatos de Álvarez se suman a los que brindaron ya en la Justicia otros ex militantes de aquella época trágica, como Carlos Chiarulli y Realdo Gastaldi.
"Nosotros militábamos en la Juventud Peronista en el circuito Rafaela, que abarcaba los pueblos que están sobre la ruta 34, como Suardi, Villa Trinidad, Sunchales, Ceres, San Guillermo. El circuito estaba conducido, entre el ˜73 y el ˜74, por un compañero llamado Raviolo, que terminó detenido", relata Álvarez durante una entrevista que concedió a La Voz del Interior, antes de su comparecencia ante la fiscal Cintia Gómez.
- ¿Cómo conoció a Senn?
- Yo militaba en la JP y a principios de 1975 la organización Montoneros pasó a tener un rol cada vez más militarizado. Ahí es cuando aparece Senn. Vino como oficial montonero y entró como un especie de interventor dentro del grupo. Todavía recuerdo su voz marcial, casi militar. Era una persona fría. Se hizo cargo del grupo y nos planteó que pasábamos a depender de él. Nosotros lo conocíamos como "compañero Haroldo". Ahí Raviolo quedó desafectado de la conducción de la JP. Muchos años después yo me entero de que éste tal Haroldo era Senn.
La hora de los secuestros
Álvarez recuerda que al poco tiempo de la irrupción de Senn en la organización, cayó detenido Gaviolo y que el hoy legislador schiarettista era el único que conocía los sitios de "seguridad" donde se alojaban militantes que también fueron secuestrados. "En 1976 agarraron a mi hermano y mi cuñada, que después fueron liberados en Devoto y en Coronda", relata.
- ¿Cuándo sospecharon de que Senn podría ser un infiltrado?
- Nosotros nos sorprendimos por la forma marcial que nos impuso y nos produjo mucho desagrado, porque vino a romper el vínculo de amistad. Entre 1976 y 1977 se dio una gran persecución en la zona y ahí es cuando secuestran a mi hermano y a mi cuñada. Uno de los compañeros más conocidos de los que están desaparecidos era un estudiante de veterinaria de Esperanza. Lo secuestraron junto con su esposa. Ella es Miriam Edith Nencioni y él Daniel Trípodi, que era oficial montonero.
- Pero ¿qué tuvo que ver Senn con esos secuestros?
- Hay mucha gente que conoce sobre las actividades de Senn. Muchos compañeros sostienen que la caída del "petiso" Trípodi y de Miriam fue porque los entregó Senn. El único que conocía la "casa de seguridad" de ellos era Senn. Nadie sabía tampoco dónde vivían mi hermano y mi cuñada, salvo Senn.
- ¿Tuvo trato directo con Senn?
- Tuve un trato muy corto. Recuerdo que, al poco tiempo que se presentó como "el compañero Haroldo", cayó Gaviolo.
- Según testimonios dados a la Justicia, ustedes comentaban que "había que cuidarse" de Senn, que desconfiaban de él. ¿Eso es cierto?
- Sí. Inmediatamente después de que empiezan a caer los compañeros, se corría la versión de que no había que andar cerca de "Haroldo". Para nosotros era un infiltrado. Este hombre nunca fue detenido y era un oficial de alta graduación de Montoneros. Nosotros tenemos relación, nos comunicamos y a partir de que se reactualizan los juicios por delitos de lesa humanidad, comenzamos a tener más información. Y es Carlos Chiarulli en el juicio a (el ex juez Victor) Brusa el primero quien menciona a Senn. Y nosotros decidimos aportar todos los elementos que tenemos.
- Chiarulli declaró que vio a Senn en una comisaría donde había detenidos políticos.
- Hay compañeros que por suerte están vivos y vieron entrar a Senn asiduamente a la Jefatura de Policía de Rafaela. Entraba y salía permanentemente.
- ¿Cuándo volvió a verlo después de aquellos años?
- Lo vi acá en la Legislatura. No podía asociar que era el mismo, pero los compañeros me decían: "Mirá, ese que está ahí es Haroldo". Me acerqué para mirarle los ojos y era él. Nosotros no tenemos dudas de que es una persona que jugó un rol que no era el mismo que el de los compañeros que sufrieron la tortura y tuvieron que colaborar. No es lo mismo. Algunos piensan que quizá Senn habló por la tortura; pero no, no fue por eso. No es el caso. Senn nunca estuvo detenido.
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